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Si alguna vez has estirado tus músculos, siempre y cuando lo hayas hecho de manera correcta, conocerás ese gustillo que sientes por tu cuerpo mientras los haces y al finalizar. A tu sistema musculo-esquelético le sienta genial y te lo agradece con una mayor sensación de soltura en todos tus movimientos. Pero, ¿cuáles son las razones de que la práctica de estiramientos sea tan beneficiosa? ¿Por qué experimentamos esas sensaciones tan buenas cuando nos estiramos?
Una cuestión del paso del tiempo
La flexibilidad es una cualidad de nuestro cuerpo que nos permite realizar movimientos de gran amplitud. En la infancia es cuando más flexibles somos, pero con el paso de los años esa cualidad va disminuyendo de forma natural si no la trabajamos. Entre otras causas, esto se debe a que nuestros músculos y las membranas de tejido conjuntivo que los envuelven (las fascias), pierden longitud. A este fenómeno se le conoce con el nombre de acortamiento o retracción. Los músculos y las fascias se acortan, se retraen, y, como resultado, el cuerpo va encogiéndose poco a poco y las articulaciones se vuelven cada vez más rígidas. Con lo cual, somos más propensos a sufrir lesiones, dolores musculares y desgaste articular. Una de las razones por las que experimentamos placer cuando nos estiramos es, porque al hacerlo, estamos contrarrestando la tendencia al acortamiento de los músculos y de las fascias y, de esta forma, mantenemos sana nuestra flexibilidad e incluso podemos incrementarla.
No sólo los músculos son los que se estiran
Cada vez se está reconociendo más el papel que juegan las fascias con respecto a nuestro estado de salud. La fascia es una estructura de tejido conjuntivo que se extiende por todo nuestro organismo, desde los huesos y los músculos hasta los órganos torácicos y abdominales. Se trata de un sistema de membranas dispuesto como una red tridimensional que envuelve y conecta todas las parte de nuestro cuerpo. Entre las múltiples funciones que tiene, se encarga de que los músculos estén separados unos de otros, favoreciendo que se muevan bien y evitando que se rocen entre ellos y con otras estructuras. Posee un papel muy importante en la postura y el movimiento corporal.
Las fascias también se vuelven rígidas y pierden elasticidad. De hecho, el grado de flexibilidad que tenemos depende en gran medida del sistema de fascias. De esta forma, en vez de hablar de estiramientos musculares, lo más correcto sería usar la expresión de estiramientos mio-fasciales («mio» hace referencia a los músculos y «fasciales» al sistema de fascias).
La influencia del estado emocional
El estrés, el nerviosismo y la tensión emocional (por ejemplo: el estar preocupados, ansiosos o irritados) es, probablemente, lo que más genera el acortamiento de la musculatura. Al fin y al cabo, es nuestro sistema nervioso el que le da la orden a nuestros músculos de que se contraigan o se relajen. Si estamos sometidos a estrés emocional, los nervios están continuamente enviándoles órdenes a los músculos para que estén contraídos. Cuando los músculos se contraen, generan tensión. Al estar contraídos durante períodos largos de tiempo, esta tensión se va acumulando y ocasiona el acortamiento de los propios músculos y de las fascias. De esta forma, vemos cómo la tensión emocional genera tensión a nivel físico y las consecuencias que ello conlleva: retracción, rigidez, inflamación, dolor… Por ello, cuando te estiras, experimentas relajación, tranquilidad y una sensación de alegría y paz interior. Verdaderamente, estás liberando a tu cuerpo y a tu mente de la tensión del malestar emocional.
El esfuerzo físico
Por supuesto, la actividad física en exceso y realizada de forma incorrecta también hace que los músculos se mantengan contraídos y tensos y, por tanto, que se vayan acortando. Ya sea en el trabajo, en las tareas del hogar, en la actividad deportiva… Si no descansamos lo suficiente, si realizamos posturas dañinas, si estamos acostumbrados a movernos con brusquedad, a hacer deporte sin una técnica correcta… En resumidas cuentas, si no usamos bien nuestro cuerpo y lo castigamos, las estructuras musculares y fasciales se vuelven más duras, rígidas, tensas y pierden longitud. Al hacer estiramientos, las fibras musculares se relajan y sueltan la tensión que han ido acumulando y las fascias recuperan su movilidad. Esta es otra de las razones por la que experimentas placer al estirarte.
Con respecto a este punto, es importante resaltar que la escasez de actividad física también genera acortamiento. Nuestro cuerpo está diseñado para moverse. Por tanto, el movimiento es salud y, por el contrario, la vida sendentaria favorece que las fascias se retraigan, ocasionando rigidez en nuestro cuerpo.
La naturaleza es sabia y sabe estirarse
De manera instintiva, muchos animales se estiran porque experimentan el beneficio que les produce. Es el caso de los felinos. A la mayoría de nosotros nos maravilla su manera de moverse, tan suelta, elegante y grácil. Independientemente de tu estatura y constitución corporal, la práctica de estiramientos de manera regular va a favorecer que los movimientos de tu cuerpo se vuelvan elásticos y flexibles, como los de un gato o un tigre.
Los felinos son un claro ejemplo de lo bien que le sienta estirarse a nuestro cuerpo.
Beneficios de practicar estiramientos
Si practicas con regularidad ejercicios de estiramiento, realizándolos de forma adecuada, te va a enriquecer de la siguiente manera:
- Consigues que los movimiento de tu cuerpo se realicen de manera más fácil y con mayor sensación de soltura y bienestar. Ello hace que tu agilidad, coordinación y equilibrio mejoren.
- Mantienes tu postura corporal correcta, evitando el anquilosamiento y la deformidad.
- Reduces la rigidez de tus músculos y fascias, y por tanto, las posibilidades de padecer lesiones y problemas articulares, como por ejemplo la artrosis (desgaste de los cartílagos).
- Al reducir la rigidez también reduces la inflamación, el dolor y las contracturas de tus músculos.
- Mejoras tu circulación sanguínea y linfática.
- Tu cuerpo se recupera mejor tras el esfuerzo.
- Te sientes más tranquilo/a, relajado/a y feliz.
Víctor Montiel Zamora
Fisioterapeuta. Nº Col. 1152 – ICOFRM
Profesor de Soft Pilates en Centro Pilar Zamora
En los siguientes videos del canal de Youtube «Fisioterapia Online», Íñigo Junquera nos explica con más detalle qué es la fascia y las causas de la retracción miofascial.